MENY LA OVEJITA EXTRAVIADA

Cuando los animales comenzaron a entrar al arca; aquello se tornó en  un bullicio interminable. Los animales subían, bajaban, acomodaban sus cacharros, buscaban sus habitaciones.  

Los problemas del tráfico de animales  habían congestionado el arca y por mas agentes de tránsito que ayudaban aquello parecía imposible; a cada 5 metros se escuchaba: “elefantes hipopótamos y rinocerontes a la izquierda" “aves de bello plumaje a la derecha”  

"leones, lobos, y hienas al fondo a la derecha" imagínese usted cuando le toco el turno a la hormiga, a la tortuga y al oso perezoso.

Pero; deje usted lo del bullicio y el congestionamiento; lo que yo quiero contarle es que en  medio de todo aquel trajín. Meny,  la ovejita, se había extraviado. Había perdido el sentido de la dirección y la verdad no sabía que estaba pasando. Deambulaba la pobre Meny buscando a su pastor y lo peor no lo miraba por ningún lado y es que dígame usted que es una oveja sin su pastor. Lo mismo digo yo; no es nada.

Llego el momento de cerrar la puerta y una voz gruesa y potente pregunto que si todos estaban completos. Aquella ovejita alzo la voz angustiada BEE, BEE, BEE. GRITABA QUE LE FALTABA SU PASTOR. Pero   las voces de los demás animales  no dejaron escuchar su exclamación. Los animales al unisonó habían gritado “si, estamos completos”

Cuando la puerta se cerró el corazón de Meny se hizo tan pequeño que parecía una uva deshidratada.

Las horas pasaron y Meny caminaba muy triste y muy sola. Al llegar la noche intento encontrar albergue con algunos animales. Pero era ignorada Y sutilmente la corrían de los lugares. Así pasaron varios días, Meny dormía en cualquier rincón del arca.

Más había alguien que la estaba observando; y era lelo el lobo. Sigilosamente se le acerco y comenzó hacer amistad; le ofreció un lugar donde dormir y además le compartiría de su alimento pues el era muy bueno ¡aja!. También la convenció de que el encontraría a su pastorcito, que el trabajaría arduamente hasta encontrarlo. AQUELLA OVEJITA SALTABA COMO LOBO DE FELICIDAD.

Por fin encontraría a su pastor.

Pero; le dijo lelo el lobo. (No podía faltar el pero). Tenía que hacerle algunos pequeñitos favores. La ovejita estaba tan emocionada que cualquier favor seria poco a la dicha de ver a su pastor.

Fue así que Meny se convirtió en una odiosa oveja. El lobo la había enseñado a robar el alimento de los demás animales. Le enseño todo tipo de artimañas; le enseño a mentir, a pedir prestado y no pagar, le enseño a ser falsa. Sus facciones cambiaron: ahora cada gesto se parecían más a las de lelo el lobo. Se olvido de los propósitos de encontrar a su amigo el pastor.

Al pasar el tiempo las cosas cambiaron; ya era muy difícil robar y engañar. Pues ya todos sabían de sus andanzas. Fue entonces que el lobo vio que aquella oveja ya no le servia y la hecho sin ninguna compasión de aquel lugar.

 Meny al encontrarse sola intento endurecer su corazón y no mostrar su dolor a nadie. Mas en las noches, en los rincones del arca se podía escuchar el llanto amargo de aquel animalito del SEÑOR.

Una mañana al pasar junto a la manada de hipopótamos, escucho atentamente como aquellos animales daban gracias a DIOS por su salvación y también vio como compartían el pan sin ninguna avaricia. Los vio platicar amenamente y jugar alegremente. Vio en ellos algo que ella no tenia: vio la paz, el amor la gratitud y fue entonces que ella  Deseó

  con todas las fuerzas de su corazón aquello que sus compañeros tenían.

Una noche abatida y quebrantada se arrepintió de todo el mal que había hecho y pidió  perdón y le fue concedido. 

A la mañana siguiente una voz suave y apacible la despertó.

Meny salto de alegría ; ella conocía esa voz perfectamente. Su corazón se hizo grande como una pelotota. 

Meny corrió jubilosa cantando y saltando de felicidad hacia SU PASTOR,  

Y ERA TANTA PERO TANTA  SU

FELICIDAD QUE HUBO UNA GRAN

FIESTA EN EL CIELO.