martes, 26 de abril de 2011

LA CONVERSIÓN DE RINI


De por si a  Rini el rinoceronte su rostro malhumorado no le ayudaba en nada. Verlo inmóvil y tosco como una roca frente a la puerta del arca,  no era nada  alentador que digamos. Rini  había tomado el primer lugar rompiendo todos las costumbres animalescas. Nadie quiso  acompañarlo al frente  para ir a la delantera. Ni siquiera el famoso rey de la selva se atrevió a reclamar ese privilegio. Tampoco nuestro pesado amigo el Elefante a exigir aquel lugar por antigüedad.

Por fin la puerta del arca fue abierta por NOE. La luz penetro resplandeciente para después dispersarse en el ambiente, dejando a la vista, el paisaje de la nueva tierra que habían de habitar.

Los animales sintieron al momento el impulso de salir corriendo y respirar la libertad a la que fueron llamados. Más contuvieron su emoción. Esperaron que Rini saliera primero. Pero Rini no intento  siquiera mover un musculo de su cuerpo.

Chogüi  el chango miraba como transcurrían los segundos y nadie hacia nada. Todos se encontraban aguantando el arranque. En cualquier momento Rini saldría del arca y ellos detrás de él, llenos de alegría. Mas ese momento parecía no llegar.  Aquel mono no pudo esperar más, como pudo se fue  arrastrando lentamente por la orilla buscando la salida. Al estar al borde de la puerta salió despavorido, no se le veía ni el polvo.
Así comenzaron a salir los primeros animales, arrastrándose lentamente. Aunque al ver que el rinoceronte no se movía. Los demás animales salieron sin importarles un comino lo que pensara Rini y su rostro malhumorado.  Así fue  que Rini sufrió empujones, jaloneos, pisotones y hasta sirvió de trampolín a un sin número de animales, que pasaron sobre él.
Pero nada de todo aquel alboroto parecía importarle , incluso así estuvo hasta el atardecer. Para entonces no había quedado ningún animal a 100 metros a la redonda . El rinoceronte  no se atrevía a dar un solo paso, con la mirada fija hacia el horizonte parecía perderse en sus pensamientos. El viento traía toda clase de murmullos y un olor a vida llenaba nuevamente los pulmones del planeta. Aquel día; era un día lleno de esplendor y de GRACIA.

Al pasar el tiempo, cuando el sol se disponía a esconderse, Rini dio sus primeros pasos. Todo había  pasado   tan rápido para aquel rinoceronte.  No lograba entender  con exactitud lo que había pasado desde aquel día  que entro al arca. Sabía que DIOS lo había elegido, mas no entendía muy bien hasta ahora el propósito. Lo que si había en su corazón era un profundo sentimiento de agradecimiento. Por eso al poner las cuatros patas en la tierra, su enorme cuerpo se dejo caer al suelo. Fue entonces que aquella mole de carne y hueso levanto una polvareda que lo cubrió por completo. Rini pecho a tierra  con su corazón vencido 
                          ADORO AL   SEÑOR.

5 comentarios:

Henry Padilla dijo...

Creo que me gusta la actitud de Rini, aunque todos corran, y aunque lleguen a disfrutar un poco antes, yo espero en el Señor, y mi parte esta con Él. Me gusto mucho, tienes un especial don para encontrar los nombres de los animales!! Bendiciones.

Henry Padilla dijo...

Creo que me gusta la actitud de Rini, aunque todos corran, y aunque lleguen a disfrutar un poco antes, yo espero en el Señor, y mi parte esta con Él. Me gusto mucho, tienes un especial don para encontrar los nombres de los animales!! Bendiciones.

Anónimo dijo...

¡Excelente! Muchas veces queremos que los demás reaccionen respecto a Dios como nosotros lo hacemos, pero aunque no sea asi, no significa que no lo adoren con todo su ser.

MUMY dijo...

Muy hermosa la historia de Rini, la actitud de Rini al bajar hacia tierra firme después de vivir toda esa aventura en el arca fue de agradecimiento y rendición a los pies de nuestro DIOS por elegirlo para vivir en una tierra nueva y me hizo pensar en que muchas veces oramos a nuestro DIOS por vivir cosas nuevas y cuando las estamos viviendo salimos corriendo a disfrutar como los otros animalitos y se nos olvida rendirnos, postrarnos y agradecer a nuestro PADRE por escuchar nuestras oraciones .

Dania elizabeth Ortega dijo...

Muy bonita historia a mis hijas les a gustado. y yo creo que nosotros caminamos dormidos sin saber a hacia donde bamos y disfrutamos de las cosas que Dios nos a dado y sin ponernos a pensar a meditar que sin Dios nosotros no tendriamos nada.

ya es momento que hagamos una pausa y que no demos un paso sin decer GRACIAS DIOS POR PERMITIR QUE DISFRUTEMOS DE LAS COSAS QUE NOS DAS.