los apuros de Quintin

No sabemos a ciencia cierta cuando surgió en Quintín, la proeza de ser un líder sindical, no sabemos si fue hereditario o quizá lo aprendió de su abuelo, un pajarraco que no tenía ni la más remota idea de lo que hablaba pero que siempre terminaba en pleito con todos. Lo que sí sabemos es que a Quintín le dio por los discursos vistosos y de gran colorido. No es que tuviera facilidad de palabra sino más bien: poder de convencimiento. Sus armas en la oratoria, eran la intriga, el miedo. Para decirlo más exacto le encantaba el chisme. En más de alguna ocasión metió en grandes aprietos a los habitantes del Arca.

La última vez puso en huelga de hambre a todos los animales. Noé estaba completamente angustiado pues creyó que no lograría cumplir la encomienda del SEÑOR. Si no fuera por chogüi el chango y el hipopótamo que puso el desorden al octavo día rompiendo por completo aquella dieta forzada, hubiese terminado aquello en tragedia. Lo más descabellado era que Quintín incitaba a todos pero él no cumplía las reglas.

La cosa es que hoy se le ha ocurrido agitar de nuevo a la jungla completa dentro del arca. Exigir más limpieza y una vivienda digna. “Compañeros y compañeras amigos y conciudadanos “-. De esta manera abrió su discurso el cuervo frente a la gran multitud de seguidores. “Basta de vivienda indigna; basta de injusticias a los sectores más pobres del arca. Hay qué decir no a la discriminación No porque sea cerdo o porque sea chango vales menos" -. el chango y el cerdo sin entender el agravio que les había hecho aquel pajarraco gritaron compungidos ¡merecemos respeto! ...

“exigimos espacios más decorosos y un sistema de limpieza a la altura de nuestras necesidades” concluyo Quintín el cuervo.

Así empezó de nuevo otro zafarrancho creado por la lengua larga de aquel cuervo. Los animales eufóricos comenzaron a elevar sus gritos y a golpear el suelo con sus patas mientras gritaban:

“se oye se siente la jungla está presente, se oye se siente la jungla está presente”.

El ruido era ensordecedor imagine usted los diferentes timbres de voz por decirlo así, de cada animal. Era una orquesta sin director donde reinaba la más alta anarquía. En medio de toda aquella turba Noé entro directamente por aquel cuervo. Sin darle tiempo lo pesco del pescuezo y lo saco del recinto ante la mirada atónita de sus seguidores. Aquella música estridente de gritos, relinchos, bramidos y rugidos fue menguando. De pronto se les fue la euforia y cada quien regreso a su lugar sin decir nada. Así pasaron varias horas y fue hasta el anochecer que Noé regreso a Quintín a su lugar.

Los animales se a galoparon alrededor de su amigo el cuervo, le preguntaron insistentes cual era el plan a seguir, cuales serian las nuevas estrategias pero; aquel pájaro de negro plumaje no dijo nada, era como si los ratones le hubieran comido la lengua. Mudo y absorto no abrió el pico por varios días.

Después de algún tiempo se le veía al cuervo recluido en un rincón con la mirada perdida hacia la nada. El único que hablaba con él era la paloma, se les veía disertando desde lo lejos. Quintín siempre cabizbajo y en vuelto en llanto y a la paloma siempre se le veía tratando de animarlo.

Todo esto era por que quintín había visto un mar de soledad cuando fue lanzado por Noé fuera del arca. Quintin estuvo yendo y volviendo durante algún tiempo

“es un castigo de Dios por tanta mentira y maldad de mi parte” decía compungido aquel cuervo asustado. “voy a morir, voy a morir” y más loco se puso cuando entro nuevamente Noé al recinto. El cuervo se abrazo a su amiga no, no, no, pero esta vez Noé tomo a la paloma. El cuervo no daba crédito.

“TEN FE “le gritaba la paloma, “no moriremos” “Dios es bueno y misericordioso” “no temas él está con nosotros” el cuervo vio como la paloma alegre y llena de alegría le profería palabras de aliento.

Los demás animales no entendían que estaba pasando con este par de pájaros locos, pero lograron descifrarlo mas adelante cuando después de muchos días la paloma entro al arca con una rama de olivo en el pico. Noé y toda su familia alababan al señor jubilosos y un gran revuelo de alegría brotaba de sus corazones. Los animales se unieron al concierto de gozo y cantaron a todo pulmón:

“a Dios sea la gloria a Dios sea la gloria, por lo que hizo por mi”

DESPUÉS DE UN TIEMPO NO HUBO MAS BARCA, NI HUELGAS DE HAMBRE, NI ESPACIOS ESTRECHOS Y LO MEJOR; QUINTIN ENTENDIÓ QUE DIOS NO CASTIGA

QUE EL NOS AMA Y NOS SALVA